sábado, 19 de mayo de 2018

Una bala.

Proyectil-V18051016:12


La tierra se mueve a una velocidad increíble, es una nave espacial que atraviesa un camino jamás explorado. Estamos a la deriva, no hay ningún tipo de mando, control, timón o volante, nadie está manejando este bólido de mierda al que llamamos casa, va por ahí dando vueltas, vueltas y vueltas, rozando con otros planetas.
Rodamos alrededor de una esfera gigante de fuego que en algún punto colapsará. Nosotros, pasajeros en un barco que se hunde, no tenemos cinturones de seguridad, no hay manera de aferrarse a un huevo que viaja en el espacio, el más mínimo roce y saldremos eyectados, disparados, eyaculados al inconmensurable espacio.

Cariño, vamos en este mundo separados, no hay nada a lo que nos podamos aferrar, ambos volamos a una velocidad incalculable. Aún en este momento que estamos de pie, que estás distraído, que te estoy anhelando, nos estamos moviendo por el espacio, pues somos proyectiles en un universo vacío. Si no quieres mirarme, si no quieres hablarme, si no me quieres tomar de la mano, está bien, pero no sabes la suerte que tenemos de habernos encontrado en medio de este gran caos.




José de la Serna.

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